Mañaaana, me levanto a correr...

  Tenía decidido hablar de cine, ya lo dije ayer, pero como me va a llevar unos cuantos blogs y hoy no tengo demasiado tiempo, he pensado: necesito algo más corto y a poder ser, entretenido, y me he acordado de un monólogo de Leo Harlem sobre el deporte mientras hacía mi ejercicio diario a la vera del río (descacharrante, por cierto!). Doy fe que es real como la vida misma! Bueno, en la vida real es incluso mucho más divertido.

Salgo a andar todos los días. Mi media hora mínimo, nieve, truene o caigan chuzos de punta, es sagrado. Siempre con calzado y ropa cómoda, nunca con chándal y similares, no sé por qué motivo, lo odio. Creo que los dos únicos chandal que tuve en mi vida, datan (sí, sí, sí, lo he escrito bien, d-a-t-a-n!) de la era de Snooppy, allá por los años 80, cuando yo jugaba a baloncesto...ahí es nada!...jjjajjajajajajajjajajaja...Generalmente suelo ir por la zona de las Moreras, junto al río Pisuerga, es tranquila  y, lo mejor de todo, si eres buena observadora como yo, apasionante!.  Te encuentras personajes de lo más variopinto, fijaos si no...

• El olímpico: van tan preparados para echar unas carreritas que asustan...con su traje especial (o espacial...) bien ajustado, anti frío, anti-agua, anti nieve, anti...caca de perro!...vamos un antitodo... Las playeras ultrasónicas, último modelo oh-yeah!, gafas de sol fashion, clavadas literalmente a las orejas y definitivo, con cara velocidad...Hay veces que pienso, ay Dios! me habré equivocado y estaré en la maratón de New York?....jjajajajajajajjajaja..... 
• El quiero y no puedo: El pobre lo intenta con ganas, pero lanzando un pie a Cuenca y otro a Madrid, como que no lo veo...
• El cumplidor: prometí ponerme en forma y una promesa es una promesa, of course! aunque sea a paso tortuga, hablando por el móvil y jugando con el cordón de la chaqueta (¿véis cómo los hombres sí pueden hacer varias cosas a la vez?....je!).
• El novato: con la lengua fuera, arrastrando su cuerpecillo porque no puede con el alma y gritándole desesperado al amigo que va 100 metros delante de él: Por tu madre, para ya!

  Luego estamos nosotras, las marías que salimos a andar, unas, con la intención de seguir manteniendo el tipo, yo, y otras, que prefieren dar un paseo con la amiga, con calma y buena letra, de cháchara y aprovechando el solito si lo hace...O los jubiletas que se machacan en el gimnasio al aire libre que hay al lado del chiringuito...Aunque a mí lo que más me gusta es sobretodo, ver a los abuelos, en masculino, paseando los carritos de los nietos...una auténtica delicia! Orgullosos, hinchados como pavos y mirándoles con un arrobo y un cariño, que te hace sacar una sonrisa sin quererlo. 

  Y no, no he exagerado ni un ápice y si no os lo creéis, probad a pasead una mañana por la vereda del río y luego, me contáis!