Ayer leí un reportaje en el dominical del Norte que debería servir de guía en cualquier universidad y escuela para que futuros directiv@s y empresari@s aprendieran, eso sí con un ejemplo que pone los pelos de punta, lo que no se debe de hacer a la hora de gestionar un negocio: 60 suicidios y otros tantos intentos entre el personal, es el triste historial de la todopodera France Telecom desde 2008. ¿Qué le puede llevar a una persona normal, responsable, seria, implicada en su trabajo a preparar y tomar una decisión tan brutal? ¿Qué estamos haciendo mal? Porque señor@s, no todo vale. Falla la honradez, la dignidad, la lealtad, la integridad y mucha sinceridad, que es lo que me enseñaron mis padres. Pero claro, poco puedes esperar cuando l@s que mandan afirman sin vergüenza que lo primero es el dinero antes que las personas, o son capaces de vender hasta mi madre si ven peligrar su silla (y no lo digo en plan metafórico...) o sólo se importan ell@s. Y aunque puedo pecar de demagoga porque sí, es cierto, una empresa no es una ONG como no se cansaron de repetirme, resumiré lo que falta hoy día en algunas de ellas con la dura y muy contundente frase de la carta de despedida de uno de los trabajadores que se fue: "El simple respeto al ser humano".
Y voy a terminar con mucho optimismo, que es lo que hay que tener! Ahí van mis grupos favoritos, uno español, Amaral, y su temazo "Sin ti no soy nada"; y otro irlandés, U2 con "Where The Streets Have No Name"....SIN PALABRAS...