jueves, 5 de julio de 2012

Kilómetro 0


Como me imagino que le habrá ocurrido a todo el mundo, a lo largo de mis 42 años ha habido varios momentos duros, en mi caso, cinco para ser exactos, imposibles de olvidar...El sexto y próximo "volver a empezar" será en breve, si nada ni nadie lo remedia, pero como me recuerda mi hermana a cada segundo: Virginia, mientras tengas salud, lo demás NO IMPORTA!.

El primero, la enfermedad de mi madre, (superada hace ya tiempo, gracias a Dios!). Siempre habíamos estado superprotegidos, así que encontrarme de golpe y porrazo al cuidado de una casa, de una madre y de mí misma (en aquel entonces estudiaba en la Universidad y mi hermana ya estaba casada), fue difícil. Teníais que haber visto los filetes que le freía a mi pobre padre, auténtica suela de zapato!, y el arroz de mi hermano?....puagggg......un engrudo asqueroso!. Pero estábamos tan asustados, que ni me rechistaban. Y a pesar de esa situación puñetera, espabilé a marchas aceleradas, vaya si lo hice...!!!!!!!!!.


El segundo, una ruptura. Mi mundo se desmoronó. 9 años viviendo por y para una persona, el centro de mi universo, y de repente, de imprevisto, desapareció. Fue a finales de un mes de septiembre, recuerdo, y hasta junio del siguiente, no conseguí levantar cabeza. Adelgacé una barbaridad, me pasaba el día llorando, de mal humor y me sentía sola, muy sola, hasta que un día mi madre me sentó en la mesa de la cocina y me dijo: cariño, esto no puede seguir así, o reaccionas o buscamos ayuda. Y...reaccioné!...Me planté y grité basta!, organicé un viaje y me fui sola a Barcelona durante una semana. Necesitaba aprender a desenvolverme sin ayuda de nadie, desengancharme de él, y creo que funcionó. Fue la mejor decisión que pude tomar, a partir de ahí, todo cambió a mejor!.




Hacía lo que me gustaba, aunque no ganara un duro, y después de unos años trabajando juntas, la abogada del Despacho donde ejercía, por una serie de circunstancias, decidió que yo debía elegir entre mi familia o ella...Y claro, ante mi respuesta, evidente, me invitó a marcharme con mucha amabilidad y la mala leche que la caracterizaba. Otra vez, vuelta a empezar de nuevo, pero tampoco pudo conmigo!.


Y los últimos, hace un par de años....Mi intuición me decía que algo no marchaba bien, pero hasta que no te toca a ti, no terminas de creértelo. Más de una década trabajando en la misma empresa y llegó un día de un mes de julio, que sin avisar y sin casi tiempo para recoger mis cosas, me vi en la calle. 40 años, mujer, crisis a todos los niveles....y para colmo, coincidió con otro hecho especialmente grave en mi casa, que, paradojas de la vida, me dio fuerzas para no derrumbarme y me ayudó a salir adelante. Porque eso es lo que hay que intentar lograr por todos los medios, no amilanarse, no mirar atrás, trabajar, buscar otras alternativas, nuevas opciones, cambiar el chip, ser optimista y además, y por qué no, tirar de fe... Porque sí, yo creo, creo en alguien o algo, llamadlo "X", no sé, me tranquiliza pensar ¿y va a ser tan cabrón de dejarme en la estacada?????.



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